Las dos campanas mayores de la Basílica Pontificia San Juan de Ávila de Montilla tañeran el toque denominado Las Lágrimas de San Pedro mañana cuando el papa Benedicto XVI haga oficial su renuncia a su pontificado y así comience el tiempo denominado "sede vacante". Según el rector de la Basílica Menor donde descansan los restos del Apóstol de Andalucía, José Almedina Polonio, "el toque de campanas será sobrio y a la vez emotivo, sin llegar a ser un toque de difuntos y tristeza". Polonio, que a su vez es párroco de Santiago Apóstol, ha señalado que la parroquia y sus diez campanas se unirán al unísono con los bronces mayores de la Basílica "para que la mayor parte de la feligresía las oiga y con sus oraciones pidamos todos juntos por el Santo Padre". Las campanas se tañeran de forma manual, ya que según el campanero Rafael Salido "no existe el toque programado en los ordenadores que hacen sonar las campanas de forma automática a diario". Según Salido, el toque ha "tenido que ser casi compuesto para la ocasión",
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