El toque de las campanas ha provocado el enfrentamiento entre dos partes de los vecinos del Nucli Antic - Autor: ARCHIVO
Bajar el volumen y que sólo suenen las horas, algunas de las propuestas del ayuntamiento
El tañido de las campanas de la Torre del Rellotge genera controversia entre los vecinos de Olesa de Montserrat. Su repicar, que marca los cuartos y las horas desde hace siglos, quita el sueño, literalmente, a parte de la población local. Tras las quejas recibidas de vecinos que aseguran no poder dormir por el sonido de las campanas, el Ayuntamiento de Olesa de Montserrat decidió hacer una prueba y suprimir el toque de las campanas durante la noche durante un mes para conocer la opinión popular. Una importante movilización vecinal ha impedido la acción y ahora el consistorio estudia otras medidas, que alivien a los afectados sin levantar ampollas entre los defensores.
“Con la supresión del toque durante un mes pretendíamos saber la opinión de los vecinos. Pero no ha sido necesario porque la han mostrado antes de hacer la prueba, por eso la hemos suspendido”, justifica el portavoz del equipo de Gobierno, Jordi Martínez.
La polémica por el toque de las campanas de la Torre del Rellotge de Olesa de Montserrat se remonta a finales del pasado año cuando un matrimonio del Nucli Antic inició una recogida de firmas para suprimirlo, argumentando las molestias que provocaba a una de las promotoras después de haber sufrido una enfermedad. Lograron un centenar de rúbricas y el compromiso municipal de buscar una solución.
El mes de silencio propuesto ha provocado una gran oposición en la localidad e incluso se ha creado un grupo de facebook (Salvem la torre del rellotge) para que se mantenga la tradición. En esta red social, la impulsora de la recogida de firmas, Mayte Pascual, asegura no entender la creación del grupo opositor y destaca que su único objetivo es conseguir una medida que le permita descansar por la noche, “no tirar al suelo la Torre del Rellotge”.
Pascual no descarta emprender medidas legales para conseguir la supresión del toque de las campanas. “Se han dado casos similares en otras poblaciones y nuestro objetivo es evitar llegar a los juzgados”, comenta el portavoz municipal. “El ayuntamiento entiende a las dos partes y tenemos que llegar a un equilibrio”, añade.
Los representantes municipales tienen previsto reunirse con miembros de los dos grupos durante los próximos días para proponer alternativas, como bajar el sonido de las campanas por la noche o hacer que sólo toquen a las horas en punto. “Ahora tocan los cuartos y las horas en punto se repiten cinco minutos después. Una alternativa sería hacer que sólo toquen una vez a la hora en punto y más flojo”, sintetiza Martínez.
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