Campaneros de Utrera en plena acción - E. T.
Los campaneros de Utrera siguen cumpliendo etapas para conseguir llevar a buen puerto la aventura que comenzaron hace casi dos años. El objetivo es que la Unesco reconozca a los campaneros y al singular toque de campanas de Utrera como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Por eso ahora ha comenzado una campaña de recogida de firmas en comercios, organismos públicos y establecimientos de Utrera, uno de los últimos pasos para conseguir el reto.
«Nuestro objetivo es alcanzar las 15.000 firmas, para que así se compruebe que el apoyo de los utreranos es unánime. En apenas 15 días, sin darle publicidad hemos conseguido unas mil firmas, por lo que creo que lo podemos conseguir», comenta José Manuel Carnerero, miembro de la asociación de campaneros de Utrera.
La carrera emprendida por este colectivo utrerano no ha sido ni mucho menos fácil y han tenido que superar numerosas cribas en distintas administraciones. La última de ellas ha sido su inclusión en el catálogo etnológico de patrimonio inmaterial de la Junta de Andalucía. Para dar este paso la candidatura pasó por el Parlamento de Andalucía, siendo aprobada por unanimidad, mientras que también han visitado Utrera y a sus campaneros, diferentes técnicos del organismo autonómico.
Por eso la recogida de firmas en la localidad y fuera de ella será uno de los últimos pasos antes de que la candidatura llegue finalmente a la Unesco, algo que los campaneros esperan que pueda materializarse antes de Navidad. En este caso, dentro de las diferentes categorías de patrimonio inmaterial, los campaneros de Utrera optarán por la modalidad de buenas prácticas. «Durante este tiempo estamos sintiendo el cariño que el pueblo de Utrera demuestra a los campaneros», explica Carnerero.
Los repiques de campanas en Utrera no dejan indiferente a nadie y diferentes estudios históricos que se han llevado a cabo en los últimos años demuestran que es una tradición que tiene más de cinco siglos de antigüedad. Lo realmente singular es la forma en la que durante estos quinientos años han hecho sonar los bronces los campaneros de Utrera, con un volteo que en algunos casos llega incluso a parecer temerario, ya que el cuerpo del campanero queda suspendido a gran altura. Es una práctica que no se repite en ninguna localidad, pareciéndose solo en cierta manera a la forma en la que tradicionalmente se han tocado las campanas en la iglesia de El Salvador en Sevilla.
Los días más importantes para los campaneros de Utrera son la festividad de El Corpus y la Virgen de Agosto, momentos del año en los que se pueden ver y escuchar los más espectaculares repiques.
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