Villalcón estuvo cercada por una muralla, de la que no quedan restos, salvo el original torreón de tierra que hoy recubre la torre campanario de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Castillo, edificada en el siglo XVI con un destacado artesonado mudéjar en el presbiterio.
Llama la atención la torre, girada con respecto al cuerpo o estructura del edificio, y hay quienes aseguran que cubre otra construcción de tierra similar o torreón militar anterior, que formaría parte de la muralla que rodeaba el casco urbano de la localidad, en la frontera de los reinos de Castilla y de León.
Sin retrotraerse hasta entonces, Villalcón ha sido otro más recientemente. En el siglo pasado, tuvo más de medio millar de habitantes, varias cofradías y grupos vecinales que generaban mayor actividad y movimiento. Ahora, la única asociación que existe en Villalcón es la cultural Nuestra Señora del Castillo. Además de organizar cursillos entre los vecinos, la asociación colabora con otros proyectos locales, como cuando ayudaron con las obras de reforma del techo y de la torre de la iglesia.
En Villalcón, celebran las fiestas de la Virgen de las Angustias, el 9 de febrero, y los festejos patronales en agosto, en honor a la Virgen del Castillo, pero los villalconenses celebran con devoción la Semana Santa. Participan en las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo, en las que es tradicional hacer hogueras en las calles por las que desfilan los pasos.
También son populares las rogativas de Villalcón, que se realizan en el mes de mayo. Es una procesión que recorre los campos de la villa mientras se reza el rosario y se bendicen las tierras de labor, ya sea para pedir agua, si ha sido un año de sequía, o para dar las gracias por la caída durante el año.
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