Cuentan los mayores del lugar que a mediados de los años cuarenta, cayó un chico de unos 10 años al vacío desde el campanario. Su nombre D. Mariano Sancho Garulo, apodado “el conejo”, natural de Zuera. Estaba bandeando la campana mayor, llamada popularmente Valera, cuando los herrajes que sobresalían del yugo, entonces de madera, le pilló la correa del pantalón y lo lanzó al vacío. En el camino se encontró, por suerte, con cables del tendido eléctrico y también con una farola que amortiguaron la caída. Las personas que lo vieron rápidamente lo llevaron al hospital de la localidad. El pequeño resultó tener lesiones de gravedad, pero que con el paso de los días fue mejorando del tozolón. Ocurrió un 29 de junio, día de San Pedro.
Cuando vemos estos cables cercanos a las fachadas de los edificios emblemáticos nos preguntamos, cuanto afean el entorno, sin embargo en este caso resultó providencial que estuvieran ahí, entre el campanario de la torre y el suelo.
El pequeño ya mayor de edad conserva alguna cicatriz de la caída, vive en Barcelona y alguna vez viene de visita por el pueblo.
La campana fue refundida en 1969 por Salvador Manclús, tiene nombres epigráficos: “San Licer - Santa María - Santiago”.
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