Benito Linzoáin Urra y Estrella Iriarte Arregui, en el campanario de El Cerco - Autor: GALDONA, Alberto
La Asociación de Bandeadores de Artajona, creada en 2008, se estrenará al restaurar dos campanas de El Cerco
Se necesitan 1.200 euros para poder restablecerlas
En lo más alto del cerro sobre el que se asienta El Cerco de Artajona, cuatro campanas copan el torreón de 34 metros que indica el punto en el que nace la iglesia fortificada de San Saturnino. Allí, dos de las cuatro protagonistas avisan del paso del tiempo y de un deterioro que salta a la vista. “Se trata de las más pequeñas, las cuales siempre se han utilizado para el repique y no para ser bandeadas. Pero aún así, es necesario restaurarlas”, indica Benito Linzoáin Urra, presidente de la Asociación de Bandeadores de Artajona.
Esta entidad, creada en 2008 con el fin de no perder una tradición que siempre se ha mantenido viva en el pueblo, bandear; inicia con la reparación de estas dos campanas su andadura como tal. “Todavía no habíamos actuado, pero ya ha llegado el momento”, observa Estrella Iriarte Arregui, tesorera y una de las socias más activas. Lo hace mientras señala que el daño que ha producido el paso del tiempo en ambas campanas conllevará una reparación que asciende a los 1.200 euros. En este sentido, Iriarte asegura que, como en otras ocasiones, tendrán que ser los vecinos y las entidades locales quienes ayuden a subvencionar este gasto. “En Artajona siempre ha habido tradición de bandear porque la gente mayor le tiene apego. Ahora tenemos que conseguir que nuestros jóvenes sientan lo mismo”, prosigue el presidente.
Hace así referencia a que es Artajona “una de las pocas localidades de Navarra donde se bandean campanas”. Asimismo, cuenta que por tradición, el manejo de las mismas en la localidad cuenta con alguna curiosidad. “Se bandean de manera inversa, puesto que las campanas en Artajona van al revés y entran hacia dentro del torreón. Además, suenan de forma acompasada, ambas a la par y en un tiempo determinado”, explica.
En el repaso por la historia de las grandes protagonistas del sonido dentro de la fortificación popular medieval más importante de la Zona Media, presidente y tesorera reconocen que, mientras las campanas grandes se restauraron en 1981 y 1996, las pequeñas nunca se han reparado. “Sabemos que, respectivamente, se refundaron en 1896 y en 1910, pero no tenemos más datos de ellas. Por ejemplo, no sabemos cuanto pesan, cosa que sí conocemos de las grandes, que rondan los 1.100 kilos”, confiesa Benito Linzoáin mientras separa la red que cubre los artefactos.
Su intención no es otra que conseguir financiación vecinal para poder llevar a cabo esta labor en la próxima primavera. Además, esperan que distintas entidades y personas voluntarias quieran contribuir a este bien común para la localidad. De hecho, reconocen que otro motivo por el que se fundó la asociación en 2008 fue por inculcar a la población joven el significado que tiene en Artajona seguir con este oficio. Actualmente, hay 25 bandeadores que cumplen entre 16 y 85 años. “Necesitamos que aumenten los socios de la asociación”, reconoce Estrella, que además de tesorera de la entidad representa a la figura femenina dentro de las bandeadoras, tres “de momento” en Artajona.
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