Silvio Díaz le da sonido al boxeo criollo - Autor: Ciudad CCS
Tiene 20 años como campanero y cronometrista oficial en las carteleras pugilísticas que se organizan en nuestro país
"Mi trabajo es tan importante como el del árbitro. Es más, formamos una dupla, pues tenemos que estar literalmente cronometrados al momento que un boxeador cae por golpe legal y comienza la definición de una pelea de boxeo"
Así sintetizó su labor Silvio Díaz, exboxeador y campanero del pugilismo profesional venezolano en los últimos 20 años. Como buen campanero, Díaz sacó de su morral una alarma circular de metal, un martillo pequeño de igual tenor, un pito y dos tablillas rectangulares:"Con el gong marco el inicio y final de cada round (3 minutos de acción por uno de descanso)"
"Diez segundos antes de comenzar el segundo asalto de cualquier combate, toco el pito para que los ayudantes del boxeador en la esquina bajen. El árbitro se encarga de darle la voz de seconds (segundos o ayudantes) fuera"
"Las tablillas las hago sonar diez segundos antes de terminar un round, para así alertar al tercer hombre sobre el ring que esté pendiente del tañido de la campana para finalizar ese capítulo"
En su trabajo como time keeper (campanero y cronometrista), Díaz afirma que debe estar alerta al mismo tiempo del pito, la campana, las tablillas, mientras que hace seguimiento con la vista del reloj que marca el tiempo que trascurre. Ya sea de acción o de descanso entre asaltos.
"Soy como el hombre orquesta. Debo mantener la armonía de varios instrumentos de trabajo a la vez, y casi siempre durante casi una hora (diez rounds aproximadamente), destacó el larense-caraqueño de 67 años de edad (que nació el 28 de enero del año 1948).
Díaz refirió dos circunstancias que pusieron a prueba su valía como profesional:"La primera fue trabajando en una pelea que se montó en el Coliseo Deportivo de Petare. Resulta que en una fracción de segundo me descuidé? ¡Pum!, me golpeé yo mismo el dedo con el martillo. El combate duró diez rounds y concluí la pelea tan adolorido como los peleadores"
"La otra fue en la contienda en que Lorenzo Parra disputó el título mundial súper gallo (55,3 kilos, 122 libras) a Celestino Caballero (panameño). Al final de la pega el criollo me pelaba los ojos como pidiendo que sonara la campana. Pero qué va, por mucho que lo sentía como compatriota y que estábamos en mi país, mi función era sonar la campana en el tiempo reglamentario. No antes?, apuntó.
Díaz confesó que sufre, casi igual, que los pugilistas que"piden? que los salve la campana.
"Pero me molesta también mucho cuando pasan trabajo y terminan las peleas ahogados por falta de condiciones físicas. Por no entrenar como lo exige una profesión tan difícil como el boxeo, especialmente cuando hablamos del campo rentado?, concluyó el dinámico campanero capitalino.
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Silvio Díaz, además de su trabajo con la Asociación de Boxeo Profesional de Caracas y de su dilatada experiencia como pugilista (30 peleas en aficionado y otras 17 en profesional), se las arregla para colaborar activamente en el Consejo Comunal Tres Lunas a Blandín, ubicado en la populosa zona de La Cortada, en Catia.
Allí se desempeña en las mesas de Salud y Tierras Urbanas, además fue elegido hace poco presidente del Club de Abuelos del sector:"Puedo decir orgulloso que hago mi trabajo por Venezuela. Y en lo deportivo, corro maratones y bailo para estar en forma. En lo de la salsa (danza) me acompaña siempre mi hija Silvana"
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