Peculiar instrumento. En pleno concierto, con los toques tradicionales. / EMILIO SÁNCHEZ
El concierto de campanas de la Iglesia de la Asunción respondió a las expectativas creadas. La primera parte estuvo a cargo de campaneros de la Catedral de Valencia, la segunda a cargo del sacristán de la parroquia, Rafael Sánchez Hortelano, y sus ayudantes.
Hicieron los toques característicos de Hellín en sus diversas facetas. El concierto que fue seguido por numeroso público en la Plaza de la Iglesia se diferenció por los toques vivos y variados de los campaneros valencianos.
El grupo dirigido por el sacristán, con toques de abrir a misa, ángelus, cierre de la iglesia, y otros como los catorce toques de agonía que son los que se daban cuando el difunto era hombre, y quince los toques cuando la persona fallecida es mujer, se decía que por tener la mujer una costilla más. Cerró el concierto con los repiques de alegría a cargo del sacristán.
Minutos antes del concierto en el salón de plenos el alcalde hizo entrega de una placa al sacristán Rafael Sánchez Hortelano en reconocimiento de los años que lleva en este cargo y el trabajo desempeñado para la restauración de las campanas de la parroquia, agradeciendo el homenajeado la distinción recibida.
La mañana se cerró con el concierto de la Banda Unión Musical Santa Cecilia de Hellín.
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