Gina Lollobrigida y Anthony Quinn, en el filme El jorobado de Notre Dame, basado en la novela homónima de Víctor Hugo.
Detrás de la fealdad se pueden esconder los rasgos y sentimientos más
hermosos, como el amor, la piedad y la solidaridad, en contraposición de
algunos que se vanaglorían de ser normales y que solo siembran maldad y
crueldad.
Cuando Víctor Hugo escribió en 1831 su novela El
jorobado de Notre Dame, se estaba refiriendo a estas cualidades y
lanzaba sus críticas muy agudas a ciertos sectores de la sociedad que se
consideraban guardianes de la moral y el orden.
En esta hermosa
novela, una de las más bellas expresiones del romanticismo francés, Hugo
ensalza la deforme figura de Cuasimodo, un ser dotado de ternura pero
rechazado por su apariencia que ejerce de campanero de la iglesia de
Notre Dame de París, y que es protegido por el siniestro sacerdote
Frollo. El objeto de devoción del contrahecho Cuasimodo es la bella
gitana Esmeralda, que será víctima de las intrigas del inicuo sacerdote.
Los hechos ambientados en el siglo XV, durante la Edad Media,
son descritos con rigurosidad y maestría por la pluma del autor,
convirtiéndola en un clásico de la literatura universal, por eso su
estilo en esta novela adopta fuertes dosis de tenebrosidad.
Su
adaptación al cine ha sido diversa, pero merecen destacarse algunas de
estas producciones que han logrado llevar la magia que destilan las
páginas de la novela, sobre un tiempo pretérito que yace sepultado entre
los polvos de la historia.
El primer intento serio de hacer una
megaproducción sobre esta obra estuvo a cargo de Carl Laemmle Sr., dueño
de los estudios Universal, que al igual que haría con el Fantasma de la
ópera, reconstruirá detalladamente la estructura de la monumental
catedral parisina, eligiendo como director de esta versión El jorobado
de Notre Dame (1925) a Wallace Worsley.
Aunque esta cinta ha
sufrido el desgaste del paso del tiempo, especialmente en la dirección,
teniendo escenas malogradas, el mérito se lo lleva su actor principal,
el genial Lon Chaney, que logró una de sus grandes interpretaciones,
incluso para reflejar de manera realista el sufrimiento del personaje,
utilizó un maquillaje especial y se pondría en la espalda una joroba de
goma de 22 kilos.
En 1939, un pequeño estudio como RKO,
especializado en cintas de bajo presupuesto, realizó una de las mejores
versiones de esta historia, titulada Esmeralda, la zíngara, dirigida por
el artesano William Dieterle y protagonizada por Charles Laughton y
Maureen O’hara.
El papel de Cuasimodo es un reto para cualquier
actor que quiera demostrar su versatilidad y en este personaje la
actuación de Laughton es magistral, opacando incluso la de Chaney. Solo
él ha logrado reflejar toda la ternura que desborda el personaje en la
novela original, la cinta tuvo dos nominaciones al Oscar, pero
extrañamente no en la categoría de Mejor actor, otra de las típicas
injusticias de la Academia.
Otra de las versiones populares
basadas en el libro es la de 1956, dirigida por Jean Delanoy y
protagonizada por Anthony Quinn y Gina Lollobrigida. Es destacada la
interpretación de Quinn y las escenas finales son realizadas con
bastante acierto.
Y como siempre no podría faltar la adaptación animada realizada por Disney en 1996, con fondo musical incluido.
AVILÉS, Freddy
El Universo (20-04-2012)
© El Universo (2012) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 19-03-2024 |