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© Información (2017) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 18-04-2024 |
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Los repiques superan los 55 decibelios permitidos por la ley, lo que puede acarrear multas de hasta 60.000 euros
El Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant quiere reducir el volumen de los repiques de las campanas de la parroquia de San Juan Bautista. Y para ello, el alcalde del municipio, Jaime Albero, a exigido a través de un decreto que la iglesia adopte «las medidas correctoras necesarias para reducir la contaminación acústica que se produce».
La polémica por el sonido de las campanas surgió el pasado mes de noviembre, cuando una vecina de la zona denunció que desde las ? de la mañana hasta las ?? de la noche, cada cuarto de hora, tañen las campanas de los dos campanarios del templo. En total, Teresa Martínez llegó a contar ??? toques diarios, una situación que ha llegado a afectar a su salud y a su capacidad para conciliar el sueño.
La afectada recogió alrededor de 150 firmas de apoyo para lograr disminuir el sonido y eliminar los cuartos y consiguió que la Policía Local realizara una medición sonora cuyos resultados dieron la razón a Teresa Martínez. Y es que el informe policial concluye que «de las mediciones obtenidas se desprende la existencia de una contaminación acústica de 75,5 decibelios del ruido producido por las campanas», cuando la limitación legal es de 55 decibelios en horario diurno, según lo establecido por la Generalitat en un decreto del año 2004.
Según el decreto emitido por el alcalde de Sant Joan, la parroquia situada en la plaza de España dispone de diez días «para alegar o aportar documentos que estimen pertinentes». «Transcurrido el plazo otorgado en el resolutivo primero sin haber presentado alegaciones ni documentación, comenzará el cómputo del plazo de 15 días para que se adopten las medidas correctoras necesarias para reducir la contaminación acústica que se produce», explica el documento.
En caso de que la iglesia no reduzca el volumen de las campanas que anuncian las celebraciones litúrgicas y que marcan las horas, las medias y los cuartos, la organización eclesiástica podrá enfrentarse a una multa económica. Una sanción que, según establece la ley de Protección contra la Contaminación Acústica de la Comunidad Valenciana, podría llegar hasta los 60.000 euros y conllevar la «retirada definitiva de las licencias o autorizaciones correspondientes».
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