Dos campanas de bronce han sido el botín de unos ladrones que han asaltado la iglesia de Goás, en Lugo. Muchas parroquias de pequeñas aldeas de Galicia llevan tiempo sufriendo hurtos de este tipo. Ahora los vecinos están haciendo una recolecta para comprar otras campanas. De momento el campanario se ha quedado desnudo sin sus dos reliquias del siglo XVIII. Aprovechando que la iglesia está en un descampado y sin vecinos a la vista, los ladrones se llevaron una campana de 200 kilos y otra algo más pequeña. Las campanas se usaban sobre todo para comunicarse entre vecinos. A la espera de unas nuevas campanas, este campanario seguirá en silencio.