Tres años y media después de que se iniciaran las obras, el que se ha convertido en uno de los jardines más conflictivos de la ciudad por su accidentada ejecución podrá ser hoy pisado por los usuarios cuando se retiren las vallas metálicas del perímetro formado por las calles Guillem de Castro, Hospital, la Biblioteca Pública y el Museo de la Ilustración. La previsión, indicaron ayer fuentes municipales, es que el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra firme el acta de recepción junto a los responsables de la Diputación y la Conselleria de Infraestructuras.
Pero será el Ayuntamiento la institución que se haga cargo de su mantenimiento, según indicaron fuentes cercanas a la concejalía de Parques y Jardines. La carambola administrativa explica en parte el embrollo que ha sido esta obra durante varios años.
La inversión pública ha llegado a cuatro millones de euros para convertir un solar donde apenas había praderas de césped y restos arqueológicos desperdigados en una de las mayores zonas verdes del centro histórico. Vázquez Consuegra ha querido incluir la memoria del antiguo Hospital y la Facultad de Medicina en buena parte del parque, motivo por el que ha recibido críticas de todo tipo.
Algunos, como el presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía, denunciaron hace tiempo que no se rendía el suficiente homenaje a ese pasado. Otros, por el contrario, entendían que había demasiada abundancia de piedras y pavimento duro, en lugar de árboles y arbustos.
Sobre esto, el arquitecto sevillano asegura que el 60% de la superficie es de jardín. En total, el parque ocupa una parcela de 27.794 metros cuadrados, aunque hay que restar a esa cantidad los 4.000 metros cuadrados que suman varios edificios, como la ermita de Santa Lucía, ahora en pleno proceso de rehabilitación.
Vázquez Consuegra tuvo problemas con la incorporación de restos arqueológicos, las farolas diseñadas por su despacho que el Consistorio no aceptó y recortes al proyecto original para abaratar la obra y el mantenimiento posterior, como un gran estanque.
Quedará pendiente además tras la apertura de hoy completar el jardín con algo más de 4.000 metros cuadrados de solar que siguen en manos del Gobierno, sin que haya sido transferida su propiedad. En la conselleria dicen que no les toca pedir la parcela, mientras que en el Ayuntamiento indican que es cosa de la Diputación. Es decir, los problemas de siempre.
Tema Jardins de l'antic Hospital (2012)