| Descripción |
La catedral cuenta con dos torres a los pies del templo, en los que hay campanas, sin una especialización clara como en otras iglesias, es decir una torre dedicada a las campanas litúrgicas y la otra dedicada a las del reloj.
Denominaremos la torre de la derecha, viendo desde la puerta de los pies, como torre este, y torre oeste a la de la izquierda o nave del evangelio, aunque esta orientación no es del todo exacta. |
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Protección |
Bien: Catedral de Santa María
Declarada Patrimonio Mundial en 1984
Comunidad Autónoma: C. A. Castilla y León
Provincia: Burgos
Municipio: Burgos
Categoría: Monumento
Código: (R. I.) - 51 - 0000048 - 00000
Registro: (R. I.) REGISTRO BIC INMUEBLES: Código definitivo
Fecha de Declaración: 08-04-1885
Fecha Boletín Declaración: 13-04-1985
Fuente: Ministerio de Cultura (2006) |
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Graffitti |
Las numerosas intervenciones arquitectónicas han dejado ambas torres sin apenas grafitos, como suele ser habitual.
Hay una placa en la torre oeste que dice
SIENDO ARZOBISPO DE BURGOS D. SANTIAGO MARTINEZ ACEBES
SE RESTAURO ESTA AGUJA DE LA CATEDRAL POR LA EMPRESA
"GEOTECNIA Y CIMIENTOS S. A." (GEOCISA) SEGUN EL PROYECTO
REDACTADO POR LOS ARQUITECTOS D. DIONISIO FERNANDEZ GIL
Y D. PIO GARCIA-ESCUDERO MARQUEZ.
BURGOS, SEPTIEMBRE DE 1.995"
En la terraza de inicio de la aguja de la torre oeste dice "1860". Igualmente, en una puerta de madera de acceso a dicha sala hay algunos grafitos, probablemente de visitantes, fechados 1936 - 1938. |
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Estado anterior |
En 1992 las campanas estaban ya dispuestas en las dos torres, ubicadas en unas estructuras metálicas de gran complejidad, y dotadas de yugos metálicos. La mayor parte de las campanas estaban dotadas de sistemas de toque manual que reproducían los toques antiguos, es decir el volteo de las campanas pequeñas (mediante cigüeñal) y el repique de las mayores mediante unas cadenas que tiraban de los badajos.
En aquel momento se estaban instalando algunos motores de balanceo para las campanas medianas de la torre, de forma romana o esquilonada. Los badajos que se estaban instalando eran de tamaño excesivo para las campanas romanas, cuyo peso no corresponde al diámetro de campanas esquilo nadas, por tener un perfil mucho más fino. |
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Estado actual |
En 2005 se estaban realizando nuevos trabajos en la torre. Una de las campanas romanas, dotada de motor de balanceo en la visita anterior, se había roto, y ha sido sustituida por una nueva, de forma romana también, que carece de marca de fábrica (ya que el sello que figura no es el de los HERMANOS PORTILLA, los fundidores, sino la marca de la empresa instaladora de Burgos).
La misma falta de criterio se mantiene, dotando a las campanas de yugos de madera desproporcionados, demasiado pequeños, y con un gran hueco para atiborrarlos de plomo, lo que causará, a breve plazo, grandes problemas de mantenimiento. Del mismo modo se iban a instalar enormes badajos de campanas de balanceo, lo que seguirá rompiendo las frágiles romanas.
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Acústica, afinación de les campanas |
Como se ha apuntado en otro lugar, el conjunto ha sufrido una grave modificación acústica, aparentemente irreversible, con la sustitución de las estructuras históricas de madera por otras de acero, a la que se unió el cambio de yugos de madera por otros metálicos. Como resultado se refuerzan los armónicos más altos y se transmiten directamente los más graves, dando como resultado un sonido de las campanas mucho más metalizado y con mucha menor reverberación.
Hay otra actuación, aún más sorprendente si cabe, y cuyo significado se nos escapa. Se trata de la utilización de paneles de vidrio en todos los vanos que apuntan a la parte del presbiterio. Sobre todo porque el cristal, en grandes superficies, tiene unos resultados acústicos impredecibles, y no aumenta desde luego la calidad sonora.
Del mismo modo la utilización de perfiles metálicos cuadrados como suelo de los distintos niveles, aunque sea una solución original, ligera y resistente, es una solución aún más desastrosa para el sonido, ya que dirige en cierto modo los armónicos de las campanas pequeñas hacia la calle, sin que se mezclen con las otras campanas más bajas (tanto por la ubicación como por la nota) empobreciendo y metalizando aún más el sonido del conjunto. |
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Palomas y otras plagas |
La protección contra las aves está resuelta de manera sorprendente. En la torre este se han cubierto los vanos con una red transparente, utilizada usualmente para la protección pasiva, con excelente resultado. Incluso, la puerta de acceso a la sala a través de la escalera carece de protección y no hay palomas en el interior.
La otra torre tiene vanos no protegidos, y hay escasos excrementos y otros restos de los pájaros. |
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Campanas |
La catedral de Burgos cuenta con dos tipos de campanas, como es habitual: campanas del reloj y campanas de uso litúrgico. Las primeras se encuentran en la aguja oeste, y se trata de dos campanas de los cuartos (una del XVIII y otra del XX) y una extraordinaria campana de las horas, probablemente de finales del XIV. Este conjunto se caracteriza por estar excesivamente cubierto de goterones de pintura y por colgar de vigas de hierro, en una potente estructura metálica del interior de la torre, lo que modifica en gran parte su sonoridad.
Estas campanas del reloj se corresponden con otras tres, mucho menores, ubicadas en la nave central de la catedral, y actuadas por dos tardones o autómatas. Para los cuartos hay dos campanas romanas, algo muy extraordinario, tañidas por una figurilla denominada Martinillo, mientras que la campana de las horas es tocada por el famoso tardón "El Papamoscas", que abre la boca a cada golpe de la campana, lo mismo que la gente que lo contempla, muchos metros más abajo. La campana de las horas, también inaccesible, es de menores dimensiones que las otras y de perfil esquilonado o normal.
Hay, además, doce campanas distribuidas en ambas torres, cosa también inhabitual, ya que usualmente están las campanas del reloj en una torre y las litúrgicas en otra. En la torre oeste, que es también la de las campanas del reloj, hay cuatro campanas. Las dos mayores, la Campana Madre (1591) y la campana Mauricia (1550 ca) han estado siempre fijas. Sin embargo las otras dos que les acompañan, anteriormente de volteo, se tocaban solamente a badajo en los últimos tiempos de los toques manuales.
Ambas torres están determinadas por una potente estructura metálica, de factura anterior a 1930, y que ubica las campanas en dos niveles en la torre este y en uno solo en la oeste, quedando en ésta el piso superior vacío.
Todas estas campanas tienen yugos metálicos de volteo con su correspondiente cigüeñal, aunque las campanas de la torre este fueron mecanizadas las mayores para el balanceo hacia 1992 y las menores para el volteo. No es improbable que la utilización de técnicas y complementos (badajos de grandes dimensiones, motores de balanceo) hayan motivado la rotura de una campana, afortunadamente la más moderna del conjunto. Por lo general las campanas menores son de perfil esquilonado mientras que las mayores son de perfil romano, característico de tierras castellanas y vascas.
Estas campanas son del XVIII, del XIX y del XX, probablemente por tocarlas a volteo De todas ellas destaca una campana de 1927, que pretende ser una copia de la campana gótica anterior, pero cuyo mérito principal consiste en la compleja, variada y hermosa decoración que la cubre casi por completo.
Las campanas existentes no coinciden con aquellas relacionadas por CALVETE, si citar fuente (aunque es sin duda un texto remitido por la propia Catedral) ni con las publicadas en la página Web burgoscity.com, que se limita a copiar al anterior, sin citar el origen. No obstante ese texto nos habla de campanas desaparecidas puesto que han sido refundidas y, curiosamente, han cambiado de nombre, algo poco usual en las catedrales. |
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Toques tradicionales de campanas |
No es difícil suponer que las campanas menores, por lo general esquilones, se volteaban, mediante sogas o directamente con las manos, mientras que las mayores eran repicadas solas o conjuntamente.
En el artículo de ONTAÑANA, publicado en 1929 en "Estampa", se muestran, sin indicarlo, imágenes de San Gil y de la Catedral. De esta última parecen proceder una especie de poleas con las que el campanero tocaba, sentado y a distancia, probablemente las campanas mayores.
No obstante en aquel momento ya había sido modificada la estructura interior de las torres, e instalado el conjunto de armazones metálicos existente en la actualidad. Por tanto las campanas, dotadas con yugos fundidos de MURUA, se podía voltear mediante cigüeñal, incluso mediante un conjunto de poleas y cadenas para tocarlas desde el nivel más bajo de las salas. |
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Toques actuales de campanas |
La primera electrificación, de los años 90, parece que instaló motores de balanceo a las campanas medianas, con el resultado de una rota, y de volteo a las cuatro menores, permaneciendo las cuatro mayores inmovilizadas y tocadas manualmente, aunque la tercera y la cuarta también estaban dotadas de cigüeñal para el volteo.
En la actualidad parece que solo 5 campanas son utilizadas: La Santa María, La Campana (4), La San Antonio, La Santa María la Mayor y La San José. Las otras tienen el motor estropeado desde el 2021, a excepción de la Concepción que está descolgada. |
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Toques propuestos de campanas |
Los toques propuestos están relacionados con la restauración que se indica, es decir la restitución de todos los yugos de madera, al estilo castellano, y no reducidos como los actuales. Diez de las campanas podrán voltear, tanto manual como mecánicamente, recuperando técnicas tradicionales como el volteo mediante soga enrollada al yugo de la campana, mientras que las dos mayores se tocarán exclusivamente tirando del badajo manual o mecánicamente, de manera que no peligre su delicada existencia.
Para la lista definitiva de toques será preciso consultar las tablas tradicionales, como aquella que redactaba el fabriquero para uso de los campaneros, y adaptarlas a las necesidades cultuales, culturales y urbanas actuales. |
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Actuaciones |
Tras una anterior intervención, de la que desconocemos datos, que sustituyó unas magníficas estructuras de madera, así como unos antiguos yugos del mismo material, por otra industrial de hierro, el conjunto quedó dañado en dos aspectos complementarios: la sonoridad quedó perturbada casi irremisiblemente, mientras que la seguridad y conservación de las campanas quedaba comprometida.
La introducción de otras técnicas, como el balanceo, y la inclusión de badajos no adecuados a estas campanas, ha sido la causa de la rotura de una de ellas, afortunadamente la más moderna.
La sustitución actual de algunos yugos de hierro fundido por otros de madera carece de la misma programación que la anterior, y ha sido realizada sin una dirección técnica y sobre todo sin un proyecto global de recuperación de la sonoridad original del conjunto, con las limitaciones que imponen las potentes estructuras metálicas.
A corto plazo seguirán rompiéndose campanas ante la falta de criterios globales de restauración. |
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Propuestas |
Admitimos como irreversible la gran estructura metálica que soporta todas las campanas en ambas torres, e incluso las del reloj en la aguja oeste. Probablemente sea utópico proponer la reposición de la estructura anterior de madera, y como tal lo dejamos.
Sin embargo hay un conjunto de actuaciones que apuntan hacia la mejora de la sonoridad del conjunto y hacia la mejor utilización de las campanas que deben llevarse a cabo de manera necesaria.
En primer lugar, y salvo mejor justificación, deben desaparecer todos los paneles de vidrio de las ventanas orientadas hacia la otra torre o hacia la cabecera, y solo por motivos acústicos.
Del mismo modo debe sustituirse el suelo de los distintos niveles, actualmente formado por perfiles cuadrados, por unos paneles de religa, también metálicos, resistentes al peso, estables, pero transparentes al sonido. De manera especial hay que incidir en la inseguridad que suponen los diversos perfiles o las plataformas sueltas, ubicadas debajo de las campanas, y que se encuentran, en una gran mayoría de casos, dejados caer.
Todos los yugos de las campanas deben ser de madera, incluso y especialmente las campanas fijas, tanto las mayores (Campana Madre, Mauricia... como las del reloj. De ningún modo es aceptable la utilización de yugos con los ejes muy acodados como se están instalado ahora, propios de espacios muy reducidos, que limitan el sonido de las campanas y aumentan las posibilidades de su rotura. En todos los casos los ejes deben ser rectos, y las asas, deben estar, convenientemente empotradas, pero por debajo de estos ejes.
Un tema especialmente grave es la sustitución sin criterio de los badajos y de los mazos de toque. Debe observarse que las campanas, que han pervivido durante siglos, tenían unos badajos sensiblemente menores que los nuevos, a veces de un tamaño mitad de los actuales. Debe recordarse, igualmente, que las campanas fijas son de perfil romano, características de tierras castellanas y vascas, y con una peculiaridad; su extremadamente fino perfil, y en consecuencia su gran fragilidad. Los nuevos badajos instalados son propios de campanas europeas, de perfil grueso, que con el mismo diámetro de las campanas grandes nuestras, llegan a pesar el doble.
Igualmente es inadmisible que se utilice electromazos para las campanas fijas, ya que éstas deben tocarse, necesaria y obligatoriamente con sus badajos interiores, mediante sistema de tiro apropiado. Del mismo modo es absolutamente inadmisible que las campanas del reloj, especialmente la singular, extraordinaria y única campana de las horas, sean golpeadas brutalmente por electromazos exteriores, cuando han sido tocadas durante siglos por mazas externas por gravedad, que confieren un sonido peculiar y similar a lo largo de los siglos, y que al mismo tiempo preservan los bronces de la rotura.
Otro tema extremadamente importante es la instalación de mecanismos que reproduzcan los toques tradicionales y no impidan los toques manuales. En consecuencia el sistema de tiro de las campanas fijas facilitará el toque manual, mientras que las campanas de volteo, con su correspondiente yugo de madera, tendrán los accesorios (palanca de hierro, cuerno en la parte superior del yugo) que permitan la utilización de las mismas mediante técnicas tradicionales, mucho más creativas y expresivas que los motores, aunque sean los actualmente instalados, probablemente los que tienen mayores prestaciones del mercado.
Otro tema en el que hay que incidir necesariamente, y que no es un asunto menor, es la limpieza de las campanas. Afortunadamente, la protección de las torres, especialmente la torre este, permiten que el conjunto presente un muy notable estado de limpieza. Sin embargo, y como resultado de la conservación de la enorme estructura metálica, las campanas, especialmente las fijas, y muy especialmente las del reloj, se encuentran salpicadas de una capa multicolor de machas, gotas y goterones de pintura que no solamente afectan a su conservación sino que modifican sin duda su sonido. Recordemos que las campanas, bien conservadas, son el único instrumento musical que presenta la misma sonoridad a lo largo de los siglos, En consecuencia se deben limpiar todas las campanas, por dentro y por fuera, mediante un chorro de arena suave y húmedo, para recuperar su sonoridad original. De manera muy especial deben protegerse los bronces a la hora del mantenimiento de las estructuras metálicas, mantenimiento aún más necesario cuando algunas de las placas y otros elementos metálicos que se han añadido para el funcionamiento de los nuevos motores, han sido instados, soldados y puestos en funcionamiento sin la más mínima capa de pintura. |
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AutorCALVETE HERNÁNDEZ, Pascual (1991) GONZALO ÁLVARO, Juan Ignacio; MOLLÀ i ALCAÑIZ, Salvador-Artemi (21-11-1992) ALONSO PONGA, José Luis; SÁNCHEZ DEL BARRIO, Antonio (00-09-1998) ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc (16-09-2005) |
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