| Descripción |
Según WIKIPEDIA la actual torre construida en el año 1688 sustituye a la original Gótica, que se derrumbó el 21 de junio de 1676. Esta tiene dos cuerpos principales, desde la base y hasta un tercio de su altura, es de piedra, el resto de ladrillo. De estilo renacentista. En el año 1750 se comenzó a construir un chapitel de madera recubierto de plomo, pero debido a un accidente, se quemó el chapitel, al final se quedó en un simple tejado.
En la cubierta se encuentran tres torres: una pequeña, de factura gótica, sobre el presbiterio, y las ya citadas. En el interior de la torre gótica hay marcas en los muros de dos vigas empotradas de madera, que pudieron servir de apoyo a una pequeña campana, que probablemente oscilaría. En la llamada torre románica (aunque el último cuerpo es de factura gótica y similar, en menores dimensiones al de la otra) no hay marcas de una estructura interior. |
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Protección |
Bien: Colegiata de Santa María
Comunidad Autónoma: Comunidad Foral de Navarra
Provincia: Navarra
Municipio: Tudela
Categoría: Monumento
Código: (R. I.) - 51 - 0000044 - 00000
Registro: (R. I.) REGISTRO BIC INMUEBLES: Código definitivo
Fecha de Declaración: 16-12-1884
Fecha Boletín Declaración: 04-01-1885
Fuente: Ministerio de Cultura (2005) |
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Graffitti |
Hay grafitos en los muros y en las propias campanas. Así, dice en el muro de la campana Prima "Roman / Muñoz / Casado / 1928".
En el interior de la campana María hay diversos grafitos. Entre ellos dice "FONTANEROS • DEL • PLOMO / F. ROMEO y J. DEL RIO / AÑO - 1.983".
No obstante no es improbable que con los trabajos de remodelación del interior de la torre desapareciesen numerosos grafitos históricos, ahora inexistentes. |
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Estado anterior |
En 1992 la sala de campanas, y el resto del edificio, no estaban protegidos contra los palomos y otras aves. Tres campanas habían sido electrificadas para volteo, poco antes, sustituyendo sus yugos de madera por otros de hierro por Salvador MANCLÚS, de València, y dotándolas de motor continuo. También fueron dotadas de sendos electromazos trifásicos las dos mayores de volteo así como la campana "María" o mayor, fija.
Había dos campanas rotas, una romana y un esquilón, y una tercera, de forma esquilonada, en buen estado, conservaba su yugo de madera aunque carecía, como las otras dos rotas, de badajo para tocarla.
Las dos campanas del reloj, ubicadas en la misma sala, a distinta altura y sin badajos, tocaban mediante mazos exteriores, tirados desde el reloj mecánico. |
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Estado actual |
En 2005 la sala ha sido protegida contra los palomos, dejando las campanas de volteo tras las redes, muy bien instaladas, lo que ha aumentado la suciedad de las campanas.
De las tres campanas de volteo, la menor está rota, probablemente por el uso continuado del sistema automático, y por causa de un badajo articulado.
Los electromazos trifásicos previos han sido sustituidos por otros monofásicos, sin desmontar los anteriores.
También han sido dotadas de electromazo las dos campanas del reloj, manteniendo igualmente en desuso los mazos externos anteriores.
Las dos campanitas de la nave (un timbre y una campana), antiguamente unidas al reloj para tocar cuartos y horas, que no habían sido estudiadas anteriormente, han sido dotadas también de sendos electromazos para los toques horarios, desconociéndose el valor de la campana anterior, ya que para los cuartos hay una nueva, recién fundida.
En 2008 las redes de protección son diferentes, más tupidas, probablemente repuestas por desgaste de las anteriores. Han desaparecido los mazos externos por gravedad de las dos campanas del reloj, y han sido sustituidos los electromazos de estas dos campanas desde la visita anterior. |
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Acústica, afinación de les campanas |
La Catedral de Tudela tiene peculiaridades acústicas, como es la ausencia de una falsa bóveda en la sala de campanas, sustituida por un gran espacio vacío encima de esta estancia.
Respecto a las campanas, las del reloj están ubicadas como es usual a distinta altura y más elevadas que las otras. Sin embargo las tres menores de volteo se encuentran a nivel del suelo de los vanos correspondientes, cuando lo usual, por motivos acústicos, sería que tuviesen, cuando menos, los ejes a la misma altura que las demás, encontrándose por tanto más elevadas, algo necesario para difundir mejor sus notas más agudas. Esta ubicación se justifica por las campanas del reloj, para las dos menores de volteo.
La mayor agresión acústica al conjunto ha sido la sustitución de los yugos de madera originales por otros de hierro, con ejes a distinta altura de los antiguos, lo que modifica el conjunto sonoro de las campanas afectadas y su ritmo de volteo. Igualmente, la instalación de badajos unidos mediante articulación rígida produce una sonoridad y un ritmo diferente a las campanas de volteo. |
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Palomas y otras plagas |
La torre ya tenía, en 1992, una notable carga de palomos y cigüeñas, que ensuciaban las campanas y las instalaciones.
En tiempos recientes se ha protegido el conjunto con la brillante idea de poner redes tras las campanas, de manera que éstas están aún más sucias de excrementos, lo que no solamente afecta a su conservación sino que modifica su sonido, disminuyendo la resonancia por la espesa capa de suciedad que las cubre.
Estas redes, que en los otros vanos son rejillas metálicas, no impiden el anidamiento interior de palomos, que deben tener algún lugar de entrada no detectado. En 2005 había no menos de cuarenta ejemplares dentro de la torre, tras las redes, con la impresión de tener sus nidos habituales en estos espacios interiores.
La solución es doblemente mala, porque no protege los elementos más preciados del conjunto, las campanas, precisamente los únicos que están bendecidos, y porque sirve, por el contrario, de lugar donde los palomos se sienten protegidos.
Debe pensarse la protección de manera que las campanas queden protegidas, puedan voltear, sean visibles desde la calle, de acuerdo con nuestras tradiciones.
La solución de la reja, frente a la campana que da a la calle, no es válida por varios motivos: no resuelve el problema de caída de badajos (causa probable de su colocación), sirve de nido a las cigüeñas, aumentando la suciedad del conjunto, y tampoco protege contra las aves.
La solución pasa, sin dudar, por la ubicación de rejillas de acero inoxidable a nivel exterior de los vanos, sin salientes para anidar, y el desplazamiento hacia adentro de las campanas de volteo de manera que, sin disminuir sus yugos (que son la causa de su sonoridad característica y de su ritmo peculiar de volteo) puedan girar, sin llegar a tocar la protección metálica exterior.
En consecuencia deben ser dotadas de soportes teniendo en cuenta que el volteo de estas campanas tan equilibradas apenas produce un esfuerzo horizontal de 0,1 veces el peso del conjunto, en cada uno de los soportes (aunque el esfuerzo vertical, según los estudios del profesor Salvador IVORRA CHORRO de la Universitat Politècnica de València sea superior a dos veces el peso de la campana). |
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Campanas |
La Catedral de Tudela cuenta con dos conjuntos bien diferenciados de campanas: las del reloj y las litúrgicas, ambas ubicadas en la misma sala, aunque en alturas diferentes para marcar su uso particular. Estas campanas se completan con otras pequeñas, dispersas por el templo con esa misma diferenciación: campanas del reloj y campanas de uso litúrgico.
En cuanto a la sala de campanas hay dos del reloj, probablemente ambas del mismo autor, PEDRO DE GÜEMES, ya que son de 1747, con decoraciones similares, aunque solamente la mayor está firmada. Como es usual en estos casos y en estos territorios, la de los cuartos tiene forma esquilonada, mientras que la mayor es de forma romana. Las dos carecen de badajo interior, ya que su uso se limita a los toques de cuartos y horas, respectivamente.
Respecto a las campanas litúrgicas, hay ocho: dos de forma romana y seis de forma esquilonada. De todas éstas solamente la mayor está fija, mientras que tres están mecanizadas, mediante la sustitución de yugo original de madera por otro de hierro y un motor continuo de volteo. No es improbable que esta instalación haya sido la causa de la rotura de la menor de volteo, afortunadamente la más moderna del conjunto, de 1943 (aunque el año está dudoso, ya que se trata de un 3 puesto al revés). Mientras esta última, rota, es de la VIUDA DE MURUA, las otras dos son de sus antecesores, IGNACIO MURUA, también de Vitoria y de 1891.
Aparte de estas tres, el conjunto litúrgico cuenta con campanas de gran antigüedad e interés. Por un lado la más antigua, de mayúscula gótica, y fechada en la Era de 1380, es decir 1347, afortunadamente sin mecanizar, aunque con un yugo caótico, que reúne trozos de piedra y de madera, de manera desorganizada, para aumentar su peso.
Tras ésta sigue la María menor, también de volteo y de forma romana, lamentablemente rajada de arriba abajo, con una grieta que amenaza desprender media campana, dadas sus enormes dimensiones, y causada posiblemente por una dilatación del asa badajera, debido a la oxidación del hierro. Esta campana, debido a su excepcional interés, debe ser cuidadosamente restaurada mediante soldadura.
Hay otras dos de principios del XVIII, con un año de diferencia, que podrían ser ambas de los QUINTANA, aunque solo la mayor, la María, está firmada. La otra, dedicada a la Sagrada Familia, conserva, curiosamente el yugo original, pero carece de badajo para tocarla, y tampoco ha sido mecanizada de ninguna manera.
Entre las campanas del XIX hay una Santa María, de autor anónimo, de 1853, que conserva su instalación original, pero que carece de badajo y de otro mecanismo para el toque debido a su rotura, que ha desprendido un gran trozo de bronce, que ha quitado asimismo sonoridad a la campana.
Las dos pequeñas rajadas, una del XIX y otra del XX, carecen de entidad para ser restauradas, y pueden ser remplazadas por otras nuevas, tras su minuciosa documentación, y recuperando sus yugos de madera. Sin embargo, la romana de volteo, que denominamos María menor, merece, por su antigüedad y por sus instalaciones, ser restaurada mediante soldadura, para recuperar la voz que marcó, durante siglos, la vida de la Catedral.
Las campanas de la cubierta, que servían para avisar a los campaneros de diversos momentos litúrgicos, fueron estudiadas en 2008. Las dos del crucero son del XIX y del XVIII respectivamente, mientras que la de la nave central es gótica, aunque carece de datación. Esta campana, junto con la otra gótica del campanario, constituyen las más antiguas e interesantes del conjunto. |
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Toques tradicionales de campanas |
La Catedral debió contar con diversos toques de volteo y repique, teniendo la campana mayor fija. |
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Toques actuales de campanas |
Los toques mecánicos están basados en el volteo de tres campanas, dos mayores y una pequeña, y en los badajazos más o menos rápidos de tres, las dos antedichas de volteo y la Maria o campana mayor fija, con escasa relación con las tradiciones locales. |
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Toques propuestos de campanas |
Tras la restauración de las campanas de la Catedral debe elaborarse una relación de toques que tenga en cuenta tanto las necesidades cultuales y culturales actuales como la tradición.
Esta relación debe basarse en las Consuetas y otras normas tradicionales, existentes en los archivos, y que aún no hemos podido consultar.
De manera especial deben recuperarse los toques que marcan, a través de la María y otras campanas, el ritmo diario, semanal, festivo menor y festivo mayor, así como los toques de difuntos y las señales, repiques y volteos, para procesiones. |
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Actuaciones |
A lo largo de los últimos quince años se han producido dos tipos de actuaciones, tendentes a la mecanización de algunas campanas para dotar de servicio sonoro a la Catedral, aunque sin respetar ni las tradiciones ni las instalaciones originales.
Hacia 1990 SALVADOR MANCLÚS de València sustituyó tres yugos de madera por otros de hierro, dotando a estas tres campanas de motor continuo para el volteo, así como a las dos mayores y a la María, fija, de sendos electromazos para las diversas señales del templo. La mecanización ha traído como resultado la rotura de la campana menor de volteo, afortunadamente la más moderna y la menos interesante del conjunto.
Hacia 2002 COMERCIAL LATORRE de Corella ha sustituido los electromazos trifásicos anteriores por otros monofásicos, aunque sin desmontar los viejos. Puede que ellos hayan cambiado los antiguos badajos de hierro de las campanas de volteo por otros articulados, en el caso de las dos mayores con caña de material plástico. Igualmente han puesto electromazos a las campanas del reloj y sustituido el mecanismo por otro electrónico, que mueve las agujas de una nueva esfera. También han sido dotadas de electromazos las dos campanas de la nave conectadas al reloj, refundiendo una de ellas, desconociéndose la antigüedad de la sustituida. En todos los casos han dejado los mazos externos anteriores.
En cuanto a la torre hay diversas intervenciones arquitectónicas que han modificado los accesos y los diversos niveles, aunque no parecen haber afectado a la sala de campanas. |
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Actuaciones urgentes |
La actuación más urgente debe ser la inmovilización de la campana menor de volteo, rota. |
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Propuestas |
El conjunto debe ser restaurado en su integridad.
Debe restaurarse la campana María menor, romana de volteo, por soldadura, para recuperar su voz original.
Deben refundirse las dos campanas menores de volteo rotas, tras documentar las anteriores, dotándolas de decoraciones e inscripciones adecuadas a nuestro tiempo, aunque manteniendo las advocaciones originales. En las campanas debe constar la empresa que las funde realmente. También puede figurar, aunque nunca de manera exclusiva, la empresa instaladora.
Todas las campanas deben ser limpiadas, por dentro y por fuera, para recuperar la sonoridad perdida. En la medida de lo posible los trabajos de restauración se realizarán bajando las campanas y llevándolas hasta el taller correspondiente. A su regreso deben exponerse durante uno o varios días, para acercar a la gente sus campanas y el trabajo realizado.
Deben restaurarse los yugos de madera, con el límite marcado por la seguridad de los toques, o reponerse según los modelos existentes en la torre y no otros.
Las campanas deben ser dotadas de motores de impulsos y de electromazos que reproduzcan los toques tradicionales y no impidan los toques manuales.
Todas las campanas deben disponerse tras las rejas de protección contra las palomas y otras aves, ubicadas a ras de los vanos de la torre. De este modo los soportes de los ejes deberán desplazarse hacia el interior de manera que, sin perder la seguridad, permitan el volteo de las campanas por detrás de las rejas.
Probablemente la solución más acertada sea instalar dos vigas que unan los dos ventanales más amplios enfrentados, ubicando en ellas las dos campanas mayores de volteo, y en el centro, ubicada a la misma altura del suelo actual, la campana fija María.
Desde un punto de vista simbólico sería conveniente que las dos campanas del reloj permaneciesen por encima de las otras, en una ubicación diferente, y sin utilizarse para otro toque que no sea el de los cuartos y las horas. No obstante quedaría en este caso un ventanal vacío. Hay tres alternativas para llenarlo: ubicar, en la parte alta, la campana de los cuartos, cosa que no recomendamos. Otra, ubicar la matraca en ese vano, que sería el menos visible desde la calle. Y una tercera que sería la construcción de una nueva campana, lo que permitiría aportar un signo de nuestro tiempo. Quizás la mejor sería una solución mixta: en el mismo vano se dispone, en la parte alta la campana de los cuartos, lo más elevada posible, y en la parte baja la matraca, todas ellas tras la consabida rejilla metálica de protección contra las aves.
Las campanas del reloj, tanto las de la torre como las del templo, deben ser tocadas mediante sus mazos originales y no por electromazos. El mecanismo de tiro puede ser electromecánico, pero el martillo será el original, para mantener la sonoridad histórica del conjunto. Sería interesante volver a poner en funcionamiento el reloj mecánico de la torre, cuya exactitud sería gestionada por el ordenador de los toques, el cual podría encargarse también de los cambios de hora automáticos.
Las campanas deben ser gobernadas por un ordenador que tenga programados los toques de manera automática, según el calendario diario, semanal y anual. Los toques deben programarse de manera cerrada, para mantener la forma tradicional. |
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AutorCALVETE HERNÁNDEZ, Pascual (1991) AÑÓN PASCUAL, Gerardo (15-09-1992) ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc (12-06-2005) ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc [Documentación campanas de cubiertas] (04-12-2008) FORCADA HUGUET, Maite (2021) |
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