Esta señal, que interpretaban como toque de bautizos y bodas es muy poco usual por dos motivos. En primer lugar porque no se acostumbra tocar a estos actos más "familiares" en ninguna población de Aragón. Y en segundo lugar porque la señal del campano a medio bando es la habitual para toques de misa ordinaria (que curiosamente fueron interpretados como repiques de las dos campanas mayores, algo totalmente inusual).
Debe destacarse que aunque la campana va a medio bando, es decir oscila, suena como si se tocara a bando, pues el campanero tira de la cuerda y afloja de manera a producir un ritmo ternario, propio del volteo, y no uno binario, propio de la oscilación.
