El Hospital Clínico instala tres campanas que tocarán pacientes oncológicos para celebrar la finalización de sus tratamientos
Concha Navarro, entre Virginia y Antonio, pacientes que han teminado su tratamiento oncológico - Autor: QUERO, Pedro / SUR
El sueño de Miriam Segura Navarro era que en las áreas de oncología de los hospitales hubiese unas campanas que fuesen tocadas por pacientes con cáncer, en señal de alegría y celebración, al acabar los tratamientos con los que combatían su enfermedad. Miriam falleció en 2017, a los 32 años, a causa de un tumor de cuello de cérvix, sin ver su proyecto en marcha, pero su deseo ya es una realidad gracias a la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), en colaboración con el Hospital Clínico Universitario. En el centro hospitalario se han instalado tres campanas de los sueños (en el hospital de día de oncología médica, en oncología radioterápica y radiofísica hospitalaria y en el área de ensayos clínicos fase I). El Clínico es el segundo centro hospitalario de la provincia en tener campanas tras el Hospital Costa del Sol de Marbella, que cuenta con esa iniciativa desde el pasado mes de diciembre.
«Con esta campana, mi hija quería compartir la alegría de los pacientes al acabar su tratamiento o al recibir una buena noticia y, de ese modo, trasmitir su esperanza al tocarla», ha explicado la madre de Miriam, Concha Navarro. «Este era el gran sueño de mi hija. Esto va por ti, Miriam, siempre», ha dicho Concha Navarro con palabras llenas de emoción antes de tocar la campana de forma simbólica en el salón de actos del Clínico, donde se ha presentado el proyecto.
Miriam Segura fue voluntaria de la AECC y la imagen de 'La Niña de la Perla' que la AECC utilizó en el cartel del II Congreso Andaluz de Pacientes de Cáncer. Esta joven tuvo la idea de implantar las campanas de los sueños en los hospitales tras ver que había una en el centro hospitalario de Toronto (Canadá) en el que recibió parte de su tratamiento. La primera de esas campanas, que era de bronce y había pertenecido a un barco, se instaló en centro MD Anderson de Houston (EE. UU). La donó el almirante Irve Le Moyne al terminar la terapia recibida contra el cáncer que padecía.
Al acto de inauguración de las campanas han asistido, además de la madre de Miriam, el gerente del Clínico, José Antonio Medina; la directora de Procesos, Yolanda Lupiáñez; la especialista en oncología médica del área de ensayos clínicos fase I del hospital; Begoña Jiménez, y el gerente de la AECC en Málaga, Pedro González. También han intervenido los responsables de enfermería del área intercentros de oncología de los hospitales públicos de Málaga, Antonio Zamudio y Miguel Ángel Sánchez. Tanto al principio como al final de la inauguración ha actuado el grupo musical Crescendo.
Tras unos repiques de campana simbólicos en el salón de actos del hospital, dados por Concha Navarro, se ha bajado al área de oncología radioterápica, donde Virginia y Antonia, dos pacientes que han terminado sus tratamientos, han tocado la campana muy emocionadas, tanto en solitario como acompañadas por la madre de Miriam.
El gerente del Clínico ha dicho que para él, oncólogo radioterápico de profesión, era un día muy especial . «Me importan mucho los pacientes y por eso me alegro de que la campana se instale en este hospital. Felicito y agradezco a la Asociación Española contra el Cáncer por esta iniciativa», ha afirmado Medina. Por su parte, la directora de Procesos ha destacado que la batalla contra los tumores la vencen cada vez más enfermos. En ese sentido, Yolanda Lupiáñez ha subrayado que las campanas son un camino de esperanza para los enfermos cuando terminan sus tratamientos.
La oncóloga Begoña Jiménez ha recordado a Miriam Segura, de la que ha señalado que aprendió que a través de los pequeños detalles se puede conseguir un mundo mejor. «Ella nos enseñó que si nos lo proponemos, los sueños se hacen realidad. Gracias por lo recibido, Miriam». El gerente de la AECC en Málaga ha mencionado que el redoble de las campanas situadas en los hospitales transmite una fuerza invisible a los pacientes que están en tratamiento y simboliza el fin de una terapia.
Miriam Segura dejó escrito en su blog 'Psicocina de ideas', mientras estaba en Toronto, lo siguiente: «El toque de la campana es muy significativo y simbólico. La primera vez que lo presencié me emocioné mucho y lloré mucho también. La semana que viene será mi turno de hacerla sonar hasta que resuene en las 23 plantas del hospital».
ESCALERA, Ángel
Sur (05-04-2019)
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