Palas Atenea. Marconatonio Raimondi
En agosto de 1568 se subió al campanario de la Catedral la veleta que servirá de remate: una figura de bronce denominada en las fuentes documentales El Coloso de la Fe Victoriosa. Pieza única, icono de Sevilla y maravilla mecánica, fue ideada coincidiendo con el final del Concilio de Trento (1546-1564).
No se puede precisar con exactitud el autor ideológico del Giraldillo. Al arquitecto Hernán Ruiz se debe el aspecto actual del campanario y no es descartable su implicación en la forma y función del artificio. El fundidor del bronce fue el maestro artillero Bartolomé Morel. El escultor Juan Bautista Vázquez el Viejo pasó el dibujo del modelo del pintor Luis de Vargas a tres dimensiones e hizo el molde para el vaciado.
El Coloso es una iconografía que no responde a un modelo de lectura única. Se indica que representa a la Fe, pero no se rige por los prototipos conocidos. Vinculada a las deidades clásicas, la teoría más aceptada es la que reconoce su inspiración próxima en la versión que de Palas Atenea hizo Marcoantonio Raimondi.
La historia material del Giraldillo es compleja. Primero se construyó el eje que permite el movimiento (1565), más tarde la esfera y la peana. El 27 de agosto de 1566 se contrató la ejecución de una figura de metal de bronce por 600 ducados de oro. Bartolomé Morel se comprometió a realizarla en ocho meses, pero empleó dos años. La fundición se realizó siguiendo la técnica a la cera perdida de una sola pieza de pie, y con única colada que incluyó la primitiva estructura interna.
En 1770 se realizó en el Giraldillo una gran obra de mantenimiento que consistió en la sustitución de la estructura interna original. Esta a compleja intervención fue dirigida por el arquitecto Manuel Núñez.
A partir del siglo XIX la escultura comenzó a estar más lejana. El programa iconográfico de la Giralda se desdibuja y se diluyen las trazas de las pinturas murales. El Giraldillo se separa cada vez más de su primitivo significado hasta que empieza a ser objeto de investigaciones científicas a partir de 1980.
La Giralda con el Coloso. Grabado de G. Hoefnagle (1565)
El Giraldillo, como veleta que remata la torre de la Giralda, no cumple exclusivamente funciones ornamentales y mecánicas independientes de la construcción, sino que tanto su carácter decorativo y funcional como simbólico fueron concebidos en íntima relación entre ellos y el cuerpo de remate de la torre. En todas las intervenciones a las que fue sometida a lo largo de su historia se la ha considerado en su doble sentido; como una pieza escultórica con un significado simbólico cuyo aspecto estético era muy importante, y como un mecanismo con una utilidad que debía seguir cumpliendo.
En los dos siglos últimos este concepto integral del Giraldillo se había perdido, y el debate y los estudios previos que dieron origen al Proyecto de Investigación y Restauración han hecho posible que se recupere.
La intervención se ha realizado aplicando criterios mixtos: para la escultura, la conservación con la mínima intervención y con materiales compatibles, y para el sistema mecánico, la reparación que haga posible el mantenimiento de su función es decir, permitir el movimiento de la veleta, sostenerla y mantenerla unida a la torre. Para ello se ha empleado la tecnología más avanzada posible y los materiales más resistentes y de mejores prestaciones. De esta forma se ha recuperado el significado histórico y conceptual del Giraldillo.
Gammagrafía
En el caso del Giraldillo se han realizado una gran variedad de pruebas, entre las que cabe destacar análisis químicos de la composición de los distintos metales, medidas de los espesores mediante ultrasonidos, gammagrafías para detectar porosidades, grietas y otros defectos internos, metalografías de la estructura microscópica, estudios mediante difracción de rayos X de la naturaleza de las pátinas, etc.
La fundición de bronce del Giraldillo carece de estaño casi por completo, pero tiene un elevado contenido de plomo. La palma, la peana, la tinaja y el lábaro son aleaciones de cobre de distinta composición. Salvo el lábaro, que es de cobre relativamente puro, el resto de elementos son de bronce con un contenido de estaño variable de hasta el 12%.
Los espesores de la fundición de El Giraldillo son muy variados.Se han medido espesores variables entre algunos milímetros y varios centímetros.
El bronce de la piel y el hierro de su estructura han revelado interesantes detalles de su construcción.
Análisis del comportamiento mecánico de El Giraldillo en su estado de 1997
Para afrontar la restauración estructural del Giraldillo se hacía necesario conocer su comportamiento mecánico conjunto (escultura y estructura), estudiando los niveles de tensiones mecánicas y deformaciones que se producen en ambas ante las distintas situaciones de carga a las que se pueden ver sometidas.
Ensayo para determinar resistencia mecánica
La manera más precisa de cumplir con este objetivo consistió en la construcción de un modelo por ordenador (modelo de Elementos Finitos), con el cual se podría evaluar el comportamiento de la Veleta ante la acción de su propio peso, del viento, de los cambios de temperatura y de un posible terremoto. La construcción de este modelo resultó laboriosa debido a la complejidad geométrica de la figura real. Para captar esta geometría de manera suficientemente aproximada se obtuvo una representación tridimensional del Giraldillo a partir de medidas tomadas con un teodolito láser.
El modelo se completó con una caracterización mecánica de los materiales, medida de espesores de la escultura y estudio de las distintas grietas, pérdidas de material, etc. que presentaba la figura, de cara a su inclusión en el modelo.
El análisis del modelo ha servido para comprobar que el Giraldillo puede soportar con garantías las distintas acciones mecánicas a las que ha de someterse en su ubicación habitual, incluso en el estado en que se encontraba la escultura en 1997, siempre que se sustituyera la estructura interna de hierro que se encontraba extraordinariamente corroída.
Desmontaje de la estructura interna de 1770
Las características y el estado real de conservación de la estructura interna que en 1770 sustituyó a la original de 1560 era en parte una incógnita debido a su inaccesibilidad.
Su desmontaje resultó laborioso debido fundamentalmente a la corrosión que afectaba a las uniones entre las distintas piezas, pero al fin permitió contemplar en su verdadera magnitud el magnífico trabajo de ingeniería que supuso en su día la construcción y colocación de dicha estructura, que resultó ser "desmontable", tal y como se propusieron sus diseñadores.
Duelas de hierro de 1770
Así, se pudo conocer en profundidad las características y el estado de conservación en que se encontraba todas y cada una de las piezas que componen el Giraldillo, algo que hasta entonces no había sido posible: se pudieron contemplar las piezas que componen el mecanismo de giro, cómo eran realmente los distintos apoyos de la escultura sobre la estructura, las uniones entre las distintas barras, la complicada geometría de los refuerzos internos, etc.
Toda esta información resultó útil para detallar el modelo de Elementos Finitos ya construido, y permitió comprobar cómo la escultura colgaba de una estructura de hierro muy corroída en su funcionamiento como veleta.
Diseño y construcción de la nueva estructura interna
El diseño de la nueva estructura interna del Giraldillo se afrontó por un lado a partir de las conclusiones extraídas del análisis de comportamiento mecánico de la Veleta por medio del modelo de Elementos Finitos, y por otro lado a partir del estudio de la estructura interna anterior, una vez desmontada.
El efecto más dañino para la escultura ha sido derivado de las variaciones de temperatura, que dan lugar a dilataciones diferenciales entre el bronce y el hierro. Por ello, se han eliminado los apoyos anteriores en el pecho y espalda y en el resto se ha reducido en la medida de lo posible la interacción entre la escultura y la estructura. Otra variación significativa ha sido la forma de sustentación de la palma del Giraldillo. Actualmente, el peso de la palma es transmitido directamente a la estructura interna, equilibrando el peso del lábaro y liberando así a la escultura de este peso.
Tratamientos de conservación y restauración
Las investigaciones que se han realizado sobre la escultura y las correspondientes a la restauración de esculturas de bronce monumentales al aire libre, han llevado a enfocar la intervención de restauración del Giraldillo hacia un método estructurado en cuatro ámbitos: limpieza, tratamiento de estabilización, tratamiento de patinas, y protección-presentación estética.
Con carácter previo se realizaron una serie de pruebas que pusieron a punto las técnicas que se iban a emplear y estudios científico-técnicos de los diferentes métodos de limpieza químicos y mecánicos, de los inhibidores, de las pátinas y de los consolidantes, para elegir los más adecuados. Asimismo, en la fase inicial de limpieza superficial de la escultura se pudo ver su estado real de conservación. Se revelaron numerosos detalles y discontinuidades en su superficie que fueron debidamente documentadas con una cartografía temática.
El análisis de los datos obtenidos a partir de las diferentes mediciones realizadas, evidencian la diferencia existente entre el microclima interior y el exterior;
La conclusión que se desprende del análisis anteriormente realizado, apunta a la necesidad de que la escultura del Giraldillo tenga determinada ventilación con objeto de minimizar así los fenómenos de condensación y hacer posible que todo el conjunto se mantenga en un equilibrio lo suficientemente "estable" sin crear problemas de corrosión interna que podría afectar sea a la estructura de sostén como a la escultura en bronce.
Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
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