BARBUZANO, D. - Las campanas del Cristo de La Laguna podrían caerse por el mal estado del yugo
Las campanas del Cristo de La Laguna podrían caerse por el mal estado del yugo
Tras solicitarlo la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud de la venerada imagen, técnicos de Patrimonio del Cabildo analizaron la espadaña del santuario, recomendando que habría que hacer algunas obras de mejora, como sustituir la madera deteriorada de los yugos que aguantan unos herrajes desplazados en parte.
En el incendio que destruyó en 1810 el convento de San Francisco sólo se salvó de dicha construcción la espadaña que permanece en el actual Santuario del Cristo de La Laguna, pero ahora, debido al paso del tiempo, a los agentes atmosféricos y a que muchos se olvidan de que el patrimonio lagunero es muy antiguo y no se revisa, está en peligro, ya que sus tres campanas podrían caerse dado el deterioro de la madera de los yugos a los que se sujetan con herrajes.
Como medidas de protección, y a instancias del Cabildo, se colocó una valla de protección para el público en la base del muro que se corresponde con la espadaña.
Al examinar los yugos de las campanas, a través de fotos logradas con teleobjetivos de gran alcance, se ha constado que uno presenta tres grietas profundas a lo largo de dicho elemento de madera. Los herrajes se encuentran oxidados y en la campana derecha, mirando el santuario de frente, se observa que los herrajes se han desplazado y que uno de los lados del yugo está cogido con cadenas, por lo que la campana está ligeramente desnivelada.
El director general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Cristóbal de la Rosa, dijo a EL DÍA que "en breve saldrá a concurso el Plan Director del Santuario del Cristo, que ordenará, por grado de deterioro, las prioridades a restaurar las partes de un convento que es muy antiguo y que con el paso del tiempo, como todo el patrimonio, se va afectando. Lo importante es que tanto con el Cristo como con todo el patrimonio lagunero somos sensibles y actuaremos cuando haga falta".
La historia de este problema se inicia por una solicitud de la Esclavitud del Cristo a Patrimonio del Cabildo de Tenerife para que examinara el estado de conservación de la espadaña del santuario, dentro de su interés de mantener la iglesia por ser un elemento de valor patrimonial declarado Bien de Interés Cultural.
En febrero del presente año, los técnicos del Cabildo inspeccionaron la espadaña y emitieron un informe en el que destacaban que había que acotar una zona de seguridad debajo mismo de las campanas. Se le dio traslado a la Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de La Laguna, quien actuó con gran rapidez, ya que al día siguiente ya estaban colocadas las vallas para proteger al público.
El pasado mes de marzo, la Esclavitud del Cristo recibió una resolución del Cabildo en la que se hacía referencia al mal estado de conservación de los elementos que sustentan las tres campanas, requiriendo a la citada asociación religiosa para que hiciera frente a los desperfectos y evitar la caída de las campanas.
Puestos en contacto ayer con el Esclavo Mayor del Cristo, Francisco González de Aledo Buergo, señaló que "hemos actuado con rapidez y urgencia, acudiendo a especialistas para que hagan un presupuesto de actuación para reparar los elementos de sujeción de las campanas de una espadaña que son unos de los símbolos más emblemáticos de nuestra ciudad, porque siempre nos llaman, con su canto broncíneo como dicen los poetas, al encuentro con esa artística y hermosa imagen que es centro de la fe en La Laguna, Tenerife y Canarias, que es el Cristo de La Laguna".
El presidente de la Asociación en Defensa de La Laguna, Julio Torres, destacó que "el mal estado en que se encuentra no sólo la espadaña sino el santuario del Cristo en general lo denunciamos en febrero de 2006. El Esclavo Mayor en ese entonces, Juan Luis Maury-Verdugo y García, nos contestó, a través de la prensa, que todo lo que expusimos estaba sacado de contexto, así como que, dado el reciente incendio del Obispado, había sensibilidades en algunas personas, y que si procedía se tomarían las medidas adecuadas. Además indicó que ello no implicaba que el Cristo estuviera en peligro".
Una iglesia de victoria
El convento franciscano de San Miguel de Las Victorias fue fundado por el Adelantado una vez finalizada la Conquista. Su advocación, al arcángel San Miguel, simboliza la victoria.
La construcción del inmueble se comenzó en febrero o marzo de 1506, aunque su realización fue lenta, ya que los únicos fondos se extraían de las limosnas que dejaban los feligreses más adinerados.
La estructura conventual se concluyó en el año 1580, por el maestro de albañilería Francisco de Heras, con la colaboración de Diego Rodríguez. Hay escasez de datos de fábrica. Sólo se sabe que poseía una portería que daba a una sala y seguidamente se accedía por ella al claustro, desde el que se distribuían las distintas dependencias, la parte superior destinada a dormitorios, celdas, oficinas, biblioteca y enfermería.
A lo largo del siglo XVII, el convento sufrió bastantes reformas, debido a algunos desastres. El levantamiento del nuevo convento, después del incendio de 1810, se hizo, un año después, con la espadaña que quedó en pie y estuvo a cargo del Padre Fray Antonio Tejera. El nuevo santuario se levantó con una orientación diferente a la anterior.