Un vecino de Bétera ha presentado una denuncia en la Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia contra el párroco de la iglesia de la Purísima Concepción y la alcaldesa del municipio por los continuos repiques que cada día provoca el reloj del campanario.
El denunciante asegura que desde hace más de dos años, cuando se instauró este sistema, las campanas repican "todos los eventos religiosos, las horas, los cuartos, las medias y las menos cuarto'' desde las 7 de la mañana hasta la medianoche.
El afectado ha contabilizado un total de 72 repiques cada día, ya que el reloj de la iglesia está sincronizado con la campana. "El ruido causado es absolutamente innecesario en pleno siglo XXI, ya que no tiene ningún sentido que el campanario de la iglesia avise de las horas y todos los cuartos, cuando todos los ciudadanos disponen de un reloj para saber la hora'', subraya.
El denunciante achaca sus continuos problemas de salud al ruido que ocasiona el sonido incesante de campanas, hasta el punto que ha necesitado -según figura en el texto de la denuncia- ayuda psiquiátrica y del otorrino que han certificado en el paciente "ansiedad, cefaleas occipitales, trastornos del sueño e hipersensibilidad del oído interno en ambos lados'' como consecuencia del repique.
Estos hechos se han puesto en conocimiento del titular de la parroquia y del Ayuntamiento de Bétera, pero en ambos casos "han hecho caso omiso'', según afirma el propio denunciante, quien lamenta el perjuicio sobre la salud que le obliga a recibir tratamiento médico desde hace meses. A preguntas de LAS PROVINCIAS, el párroco de la iglesia de la Purísima Concepción de Bétera ha declinado realizar ningÚn comentario al respecto.
Un perito técnico industrial adscrito a los juzgados ha elaborado una medición del ruido de las campanas y ha constatado una superación de los límites permitidos "por la ordenanza municipal del ruido y vibraciones de la ciudad de Valencia, a falta de una norma específica en Bétera'', añade el denunciante.
Los hechos descritos en la denuncia recogen una posible vulneración del artículo 325 del código penal, ya que "se produce un ruido que perjudica gravemente la salud'' por el que esta persona que vive en las inmediaciones de la iglesia está siendo sometido a un tratamiento médico y psiquiátrico.
La denuncia carga, asimismo, contra el Ayuntamiento, pues "por mandato constitucional del artículo 45 debe proteger el medio ambiente, velar por la salud de las personas y regular la contaminación acÚstica y ejercitar las medidas que contravengan la normativa medioambiental y de salubridad''.
Este vecino de 83 años de edad lamenta que su salud "se ha visto mermada desde hace tiempo pues lo poco que duermo es con somníferos. Mi salud se deteriora, mi sueño es artificial con pastillas y cada vez tomo más somníferos''.
Miquel RUIZ (BÉTERA)
"Las Provincias" (31/10/2002)
© Las Provincias (2002) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 05-11-2024 |