El día 4 de octubre de 2001 tuvo lugar un concierto con los toques tradicionales de las campanas de la Catedral de Jaca, interpretados por el Gremi de Campaners Valencians. Los primos Francesc LLOP i ÁLVARO y Mauro LLOP MIGUEL interpretaron las partituras que el primero había transcrito de los toques grabados en su momento a Doña Concha, la ultima campanera de la Catedral, por un equipo de Radio Nacional de España dirigido por Salvador MARTÍN MATEO.
La experiencia supuso un reto, un gran éxito, un pequeño fracaso y al mismo tiempo abrió la puerta a la recuperación de la sonoridad histórica de la Catedral. Nos explicamos.
Sabido es que hacia 1988 se mecanizaron las campanas por la empresa GUIXÀ, al estilo de moda de aquel momento, el más prestigiado en las Catedrales de Aragón y Catalunya, es decir al estilo "lancé", como tocan en Francia y - sobre todo - en Alemania. Este sistema supone quitar los yugos tradicionales, substituyéndolos por una viga metálica, y cambiar el pequeño badajo original por uno de grandes dimensiones, que golpea la campana oscilante, pegando en el punto más alto de su recorrido. Esta manera de tocar, tremendamente repetitiva y aburrida, es habitual en el centro de Europa, y según sus defensores, permite que las campanas suenen con la mayor majestuosidad posible, ya que el badajo da un pequeño golpe, "un beso" y se aparta inmediatamente permitiendo que la campana siga sonando con toda su intensidad.
El problema es que la campana, carente de contrapeso, ejerce una enorme presión sobre la fábrica o estructura del edificio, llegando a más de dos veces y media su peso en sentido lateral (mientras que en el volteo tradicional de Jaca el esfuerzo lateral apenas supera el 10% de ese mismo peso en cada eje). Por eso deben reforzarse las estructuras, para que el movimiento dañe lo menos posible a la torre.
Pero hay otro mal mayor, y es que los toques, repetitivos porque dependen únicamente de la frecuencia de oscilación de la campana, no son ni han sido nunca tradicionales en nuestras tierras, al menos en los últimos cinco siglos. Por el contrario, ni los repiques, ni los volteos, ni siquiera los toques manuales pueden interpretarse, por lo que esta modificación parece ser irreversible, tanto con la sonoridad tradicional, como con los toques antiguos y la posibilidad de interpretarlos manualmente.
Esta mecanización a la alemana cuesta más de creer en Jaca, donde los toques tradicionales, unos 35 documentados, se basaban en 33 de los casos en repiques exclusivamente, tocados con seis cuerdas, uno para cada campana, desde una sala intermedia de la torre, justamente desde la casa de los campaneros, en una estructura tradicional que recordaba a los carillones europeos. No en vano Jaca es uno de los primeros pasos del Camino de Santiago, lugar de introducción de la cultura europea a nuestras tierras.
El concierto, pues, supuso un reto, debido a la complejidad de la instalación de las cuerdas para tocar, similares a las que tenían los últimos campaneros cuando vivían en la torre. Sin embargo, debido a las obras de restauración recientes, en aquel momento, el acceso a las "campanetas" era complicado, y por tanto no podía colocarse sendas sogas que uniesen los badajos a los que tocaban las campanas desde el lugar original, mucho más abajo.
El concierto constituyó un gran éxito gracias a la convocatoria de la Escuela Pública Municipal de Música y Danza "Pilar Bayona", dirigida por Jesús LACASTA SERRANO, llenándose la plaza de la Catedral de un atento público que seguía las explicaciones del director del concierto, Francesc LLOP i BAYO.
Pero también acabó con un pequeño fracaso: uno de los enormes badajos, precisamente el de la campana menor, se desprendió de su fijación de cuero y cayó dentro de la sala, precisamente a los primeros inicios del toque que cerraba el concierto: el toque de primera clase, con las seis campanas, por lo que hubo que explicar que la última pieza no podía interpretarse, por el mal estado de la instalación.
Al revisar el badajo vimos que no solamente el cuero estaba roto, sino que la protección habitual metálica (una U invertida) que suele fijar el badajo a su asa articulada, había desaparecido hacía tiempo.
Pero el concierto tuvo un resultado positivo: pocos meses más tarde, la caja de mandos que solamente gobernaba los toques lanzados fue sustituida por un ordenador Apollo II, instalado por ELECTRO RECAMP de Ontinyent, e instalados sendos electromazos CLOCK-O-MATIC de mejor y más ràpida respuesta, a las seis campanas, introduciendo la programación de toques tradicionales para los diversos usos de la Catedral: toques de coro, de fiesta o de difuntos. Esta restauración fue financiada por el Gobierno de Aragón. La reposición de los yugos de madera originales, y la vuelta del bandeo (denominación tradicional del volteo en Aragón) se dejó para más adelante por motivos presupuestarios.
Queremos agradecer a todos los que creyeron en nuestro proyecto, que no pretende, ni más ni menos, más que recuperar los mismos toques que marcaron tanto las vidas de los jacetanos, como el incesante pasar de los Peregrinos hacia Santiago, de los últimos siglos.
Finalmente, pero no al final, queremos recordar la familia de campaneros que transmitió, de madres a hijas, en una peculiar sucesión matrilineal, ese conocimiento, esa música, que forma parte, ya, de nuestra memoria cultural colectiva.
LLOP i BAYO, Francesc (04-10-2001)