Juan Carlos junto a la campana de las horas - Foto:OTO | Operarios subidos en el campanario trabajan en el cableado - Foto:OTO |
Muchos amantes del casco antiguo pacense echan de menos el sonido de las campanas del campanario de la catedral. Cristino Portalo, canónigo emérito, afirma que al menos hace diez años que no suenan todas, porque los motores que las hacían moverse estaban ya dañados y las correas de las campanas de volteo están podridas. Tan sólo seguían sonando las dos que acompañan el reloj y dan el sonido de las horas y los cuartos, pero éstas también están en estos momentos paradas, pendientes de la operación de electrificación de todo el campanario que está realizando una empresa especializada, Sistecron, afincada en Cáceres.
Según el gerente y trabajador de esta empresa, Juan Carlos Moreno Duque, estarán listas para volver a tañir en dos o tres semanas, aunque será el Arzobispado el que tome la decisión de en qué momento pueden repicar a los cuatro vientos.
La operación de arreglo de las campanas se ha incluido en el presupuesto de la reparación del reloj de la torre, que también ha realizado esta empresa y que cuesta al cabildo 18.000 euros.
De las nueve campanas, cuatro funcionaban a volteo y el resto a tintineo (a volteo dan vueltas y a tintineo suenan por el golpe de un martillo). Con el nuevo mecanismo, todas funcionarán a tintineo y falso volteo (el sonido será el del volteo pero con un simulador, que imitará en cadencia y tiempo, para evitar que el movimiento de la campana influya en el deterioro de las espadañas). También se han cambiado los martillos, aunque junto a los nuevos, de estructura más moderna, se han dejado los originales, como testimonio del paso del tiempo. Los nuevos son de acero, pesan 36 kilos y las dimensiones de las bolas están adaptadas a cada campana.
Todas se harán sonar a través de una central interactiva colocada en la sacristía. En esta operación también se han incluido otras dos campanas situadas junto a la bóveda en la entrada del templo. Según el técnico de Sistecron, el estado de conservación de las campanas de la catedral de Badajoz es aceptable, "pero ya requerían un pequeño aseo".
Cristino Portalo explica que cuando estén arregladas, las campanas se harán repicar con motivo de alguna celebración especial, como el día de San Juan, el Domingo de Resurrección o por la muerte de un obispo. Por si alguien ya lo estuviera pensando, afirma tajante que no se tocarán en las bodas.
Cristino Portalo cuenta que allá por el año 1718 la campana más grande, que pesaba 122 arrobas, se quebró con los repiques de los campaneros el día de san Pedro y al caer al suelo hizo un gran boquete, como el de una bomba. Hubo que fundirla de nuevo. Para subirla utilizaron tres carrillos y tres maromas que prestó el gobernador de Elvas y alguien desde arriba iba vertiendo cántaros de agua sobre la cuerda para impedir que ardiese con el roce.
A. M. ROMASANTA
"El Periódico Extremadura" (30-01-2006)
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