En 1982 la hija de Doña Concha, la campanera de la Catedral de Jaca, nos permitió copiar unas grabaciones que se habían hecho, probablemente a su padre, por la rapidez y precisión del toque. En cualquier caso forman parte de la tradición familar.
El toque diario señalaba el coro matutino (laudes) y vespertino (vísperas) de los días ordinarios para los canónigos de la Catedral.