La S.I. Catedral del Salvador y Santa María de Orihuela ha sufrido este domingo la pérdida de una de sus emblemáticas campanas. Se trata de una de las cuatro campanas litúrgicas que resuenan en lo alto de la torre del conjunto catedralicio oriolano. Según las primeras informaciones, el hecho habría ocurrido durante la mañana de Domingo de Ramos tras la rotura de uno de los ejes, lo que habría supuesto que la campana se desprendiera hacia el interior del campanario sin que se produjera ningún daño físico.
Este hecho se une al desprendimiento de cascotes sufridos el pasado miércoles en la torre de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina de Orihuela, un hecho que conllevó a los efectivos policiales a acordonar las inmediaciones de la torre para garantizar la seguridad de todos los viandantes de la zona adyacente al Ayuntamiento de Orihuela.
La torre campanario de la Santa Iglesia Catedral de Orihuela es uno de los elementos más representativos y antiguos del conjunto catedralicio. Situada a los pies del templo, a la izquierda de la conocida Puerta de las Cadenas, esta torre de planta cuadrangular y estilo gótico comenzó a construirse en el siglo XIII, finalizándose en el siglo XIV.
Está compuesta por cuatro cuerpos coronados por un templete del siglo XVIII con cúpula de tejas vidriadas. Su acceso se realiza a través de dos escaleras de caracol, cada una de las cuales recorre dos niveles.
A lo largo de los siglos, cada nivel ha desempeñado funciones distintas:
La sala que funcionó como prisión, construida a finales del siglo XIII, está cubierta por una bóveda gótica de crucería simple con un escudo heráldico en su clave. En sus muros aún puede leerse una inscripción grabada por uno de los presos:
«Con razón o sin razón, nunca entréis en la prisión»
Además, se conservan marcas de cantero originales, utilizadas para contabilizar las piedras labradas por los trabajadores.
En el tercer cuerpo se encuentra el antiguo reloj monumental de la Catedral, realizado en 1740 por el maestro cerrajero y relojero Antonio Felipe. Fue restaurado y conserva una inscripción que señala una reparación posterior: «FRANCISCO SERRANO AÑO 1875». La sala presenta también numerosos grafitis en almagra que representan torres, murallas y puertas.
La cuarta planta acoge cuatro campanas litúrgicas:
Además, se conserva una gran matraca en forma de doble rueda con aspa, utilizada en los días del Triduo Pascual: desde el Jueves Santo tras el Gloria, hasta el aviso del Sábado Santo para la Vigilia Pascual.
La parte más alta de la torre fue completada en el siglo XVII por el arquitecto Agustín Bernardino. Aquí se encuentra la Campana Mayor o de las horas, una pieza gótica de aproximadamente 1550 con grabados de la Virgen María y San Miguel Arcángel, junto al timbre de los cuartos, instalado en 1740.
Este emblemático campanario no solo es una joya arquitectónica, sino también un testimonio vivo del paso del tiempo, la devoción y la historia de Orihuela.
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