El cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, bendijo ayer la primera piedra del nuevo templo de la parroquia de la Epifanía del Señor, que se encuentra situada desde hace más de 40 años, de forma provisional, en un bajo de la calle General Urrutia, 38.
La ceremonia tuvo lugar junto al solar, de 480 metros, donde se levantará la nueva iglesia y cuyas obras comenzarán los próximos días.
Tras la llegada del cardenal García-Gasco, que fue recibido por el párroco Miguel García y numerosos fieles, se inició el protocolario acto de la bendición en el que intervinieron feligreses de la parroquia.
A continuación, en el interior de una urna de plástico transparente se colocaron tres diarios del día como fueron LAS PROVINCIAS, Paraula y ABC, junto al acta de la bendición, firmada por el cardenal de Valencia; un escrito de los jóvenes en el que expresan cómo quieren que sea el nuevo templo; la lista de donativos y varias monedas de curso actual comenzado por las de un céntimo hasta llegar a un euro.
El purpurado acompañado por el párroco y otros sacerdotes se trasladó al centro del solar bendiciendo el recorrido con agua bendita hasta llegar el punto exacto en el que se enterró la urna. El cardenal García-Gasco y el párroco Miguel García sellaron la cubierta de la urna con cemento.
El cardenal arzobispo, Agustín García-Gasco tras la ceremonia manifestó su alegría, y dijo: "Todos tenemos que estar contentos por la bendición de la primera piedra del nuevo templo. Sin embargo, a mi me gustaría que las parroquias de la Epifanía del Señor y Santo Tomás de Villanueva se uniesen en una sola con lo que la fuerza de presencia en el barrio sería enorme. En este acto la unidad de la Iglesia se hace más creíble porque cumple las palabras del Señor".
Una referencia que los feligreses entendieron perfectamente dado que el mismo párroco y vicario son los que atienden ambos templos.
Finalizada la ceremonia el cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, conversó con sacerdotes de otros templos que habían acudido al acto, y posó con los niños en la clásica fotografía de familia.
El edificio parroquial contará con una superficie construida de 1.102 metros cuadrados, será diáfano y tendrá una altura libre en torno a los 10 metros, según los arquitectos responsables de las obras Luis Giménez y José Vicente Fuertes.
"El proyecto del nuevo templo se remonta a unos 20 años. Después de mucho trabajo pudimos comprar el solar por 59 millones de las antiguas pesetas; compra que hicimos con una aval del arzobispado como ahora de nuevo hemos hecho para financiar las obras del nuevo templo por un total de 1.400.000 euros", señala el párroco Miguel García Gadea.
La nueva iglesia dispondrá de una cúpula octogonal que se inscribirá en una circunferencia de 16 metros de diámetro y estará revestida por un artesonado de madera en su parte interior, "con ello queremos reproducir la estrella que guió a los Reyes Magos hasta el portal de Belén, origen de la festividad de la Epifanía del Señor, a la que se acoge la parroquia", destacó Miguel García, párroco.
A su vez, la cúpula quedará rematada mediante una linterna, también de planta octogonal, que será acristalada en sus ocho lados. "De esta forma permitirá que la luz natural se proyecte sobre el altar", destacó.
"El campanario lo vamos a situar en una esquina del solar. En su momento tendremos campanas realizadas en fundición clásica y sonido tradicional para dar las horas y los avisos de los distintos oficios y fiestas religiosas. Sin embargo, esta parte de las campanas la dejamos para mas adelante, no podemos forzar la economía", explica el párroco Miguel García.
ANDRÉS FERREIRA, M.
Las Provincias (28-12-2008)
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